domingo, 14 de junio de 2009

CESAR HILDEBRANDT Y LA LEY 23908

NO SOLO SE MATA CON BALAS ...


UN CRIMEN MAS AL HABER DE ALAN GARCIA PEREZ, QUE ALGUN DIA TENDRA QUE RESPONDER ANTE EL PUEBLO PERUANO, TAL COMO AHORA ESTA RESPONDIENDO EL CRIMINAL Y MAFIOSO FUJIMORI.

POR CONSIDERAR DE SUMA IMPORTANCIA PARA NUESTROS ASOCIADOS Y PARA EL PUBLICO NACIONAL E INTERNACIONAL, CUMPLIMOS CON REPRODUCIR Y HACER NUESTRA LA VALIENTE DENUNCIA DEL PERIODISTA CESAR HILDEBRANDT PÈREZ TREVIÑO, PUBLICADA EN EL DIARIO "LA PRIMERA" EL DIA 23 DE ABRIL DE 2OO8.

CORAZONES PARTIDOS
p. César Hildebrandt

Ubilde Suárez Cornejo tenía 80 años y era presidente de la Confederación de Trabajadores Jubilados del Perú. Ayer, mientras terminaba de hablar en una audiencia pública de la Sexta Sala Civil de Lima, el corazón se le plantó.

Suárez Cornejo había hecho el enésimo alegato de su vejez para que el Estado les reconociera a los jubilados los devengados previstos en la ley 23908.

Fue al terminar sus argumentos en contra de la Oficina de Normalización Previsional –esas malditas ventanillas de las que escapan negaciones dichas con gusto, no es con halitosis, regrese-usted-mañana dichos con un diente de oro–, después de oír su última frase, fue en ese momento, decía, que el pecho le pesó como un yunque.

Suárez se derrumbó ante la incredulidad de la Sala, presidida por el siempre doctor Arnaldo Rivera Quispe.
Según Humberto Mesías, secretario de Organización del gremio de los jubilados sometidos a la ley 19990, los jueces demoraron más de media hora la llegada de los médicos porque estaban convencidos de que Suárez Cornejo fingía y dramatizaba para hacer más convincente su discurso. ¿No son unos mañosos estos, doctor, unos teatreros?

La verdad es que Suárez había sido fulminado por un ataque al corazón. Cuando llegaron los camilleros con cara de morgue y el fiscal de turno con su ábaco de muertos públicos, encontraron en uno de sus bolsillos las pastillas sublinguales que no alcanzó a llevarse a la boca.

Suárez Cornejo tendría que darle gracias al destino por terminar como terminó: con la cólera puesta, la palabra en la boca, una sala escuchándolo. Más que al destino, tendría que haberle agradecido al corazón inteligente que le editó la última escena de su vida como si Vittorio de Sicca hubiese sido el guionista. Hubiera tenido que darle las gracias al corazón fiel y camarada que lo exoneró de las cámaras lentas, los dolores lentísimos, la demorada muerte de la jubilación misérrima.

Porque el Estado es más o menos bueno con los que esquilma pero es un truhán con los que ya esquilmó y dejaron de estar en la maquinaria de la producción.

Dicen que aquí no hay pena de muerte, pero es a la muerte despaciosa a la que se condena a los viejos de la cédula muerta, a los pensionistas de los 280 soles, de los 470 soles, de los 195 soles.

Ser un viejo jubilado en el Perú es ponerte en una cola que da la vuelta a la manzana. Es esperar la compasión que no te ha de mirar ni de reojo. Es hacer otra cola para que, al final, te den un genérico dudoso comprado por tonelada y comisión. Es esperar inútilmente la gratitud que perdió el vuelo, el tren, la dirección, la gratitud que no tiene pasaje de vuelta.

Ser viejo ya es triste porque, como decía Leopardi, la vejez priva a la gente de los placeres pero le deja las apetencias. Pero ser viejo y jubilado común en el Perú es peor que perder la esperanza.

Un Estado ladrón gobernado por sucesivos forajidos condena a sus viejos a la indigencia mientras el dinero que les sacó de los bolsillos se convirtió en la carretera a Eisha, el subsidio a los Picasso, el regalito al Edelnor privatizado, la planilla gigante de los ministerios, el Banco de Materiales que era una casa de putas, la casa de putas que era el Banco que tuvo que ser salvado porque peligraba el sistema, ¿verdad PPK, comisionista de dos mundos y un solo bolsillo?

Si no eres solvente por herencia o por hábito o por lotería, muérete a tiempo, por favor. Que no te toque tocar puertas sordas y llamar a teléfonos que escupen grabaciones. Claro, hay excepciones. Una de ellas es esta: si robaste en mancha, en masa, en macrocifras, si con el diez por ciento de ese dinero compraste la impunidad y la prescripción y con otro diez por ciento te hiciste de una reputación de segunda mano aunque de buen ver, si eres un megaladrón y estás megablindado porque sales en los cuchés y pusiste plata en la campaña del que corta el jamón, entonces criogenízate y dura hasta que el hartazgo te liquide.

Es cierto que sólo vemos envejecer a los demás. Es el consuelo narcisista que Malraux definió tan bien. Pero si eres pensionista en el Perú, no tienes ni siquiera el alivio de la distracción. El maltrato te obliga a mirarte en el espejo. La vida a la que te reducen te aniquila. Mueres de ventanilla, de cola interminable, de proctólogo con mala cara y poco tiempo, de pan con mantequilla pero sin mantequilla.

Ayer murió, enfrentando a los abogados de la ONP, don Ubilde Suárez Cornejo. Murió de inciso.

3 comentarios:

  1. Sr Hildebrant

    Soy el joven Gustavo Adolfo Chirinos Díaz ex alumno de la ilustre casa de estudios Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con grado de bachiller en derecho y ciencia politica, a Usted atentamente manifiesto:

    Esta claro que la politica del gobierno es de alguna manera desaparecer a los jubilados del país, por ello utiliza mecanismos a través de la ONP para que no reconocer su derecho pensionario ni tampoco un aumento que haga mejorar su calidad de vida.
    Me da mucha pena lo ocurrido con el Señor fallecido defendiendo no solo sus derecho como pensionista sino defender los derechos de todos los pensionistas, alzando su voz de protesta por los abusos cometidos hacia ellos y más aún los atropello que realiza la ONP a través de sus disque abogados, que son pagados, con muy buenas remuneraciones, sin embargo no hay recursos para mejorar la calidad de vida de aquellos que trabajaron por nuestro país, soportaron los gobiernos de facto y de una democracia mediocre, tanto así que muchos fallecieron en el camino por reclamar sus derechos.
    Estudiando sus realidades me ha hecho reflexionar sobre la problemática, por lo que tome una decisión, ayudaré con mis conocimientos a aquellas personas que son estafadas no solo por la ONP sino tambien las falsas promesas de los abogados que le dan esperanzas de alcanzar un derecho que quizas no le corresponde.
    Reflexionemos ciudadanía, es un claro ejemplo de nuestro actual gobierno, esto nos va a pasar mañana mas tarde y dice el refran NO HAGAS A OTRO LO QUE NO QUIERAN QUE HAGAN CONTIGO MAS ADELANTE.
    reflexionen.

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  2. todo lo que escribe en este articulo es cierto y esperemos que con el proximo gobierno se haga algo por los jubilados y se haga pagar en las urnas al partido aprista por el engaño que hizo para ganar sus votos

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  3. anonimo dijo... nosotros los hijos de los jubilados vivimos amargados por la injusticia causada porlos gobiernos que pasan por tanto ratero y ratera de cuello y corbata de sastre y minifalda que con la frescura que les caracteriza tipo un robot sin sentimiento y sentadas en buenas sillas atienden solo para mandarte al desvio; claro como trabajan para el gobierno no les importa nada,sin pensar que un dia tambien a ellos o a sus familiares les tocara pasar por lo mismo, mientras tanto los viejos en la casa tragandose la saliva y mordiendose su dolor esperando la muerte mientras ellos disfrutan de comida,licor y sexo desenfrenado. Que innjustiiiiiciiiiiaaaa, asta cuando mientras los viejos lloran y se lamentaaaaaaaaannnnnnnnnnn.

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